Los exámenes prácticos en
las oposiciones puede que sean en ocasiones los más difíciles de preparar
debido a la incertidumbre que generan. No por eso debemos olvidarlos, ya que suponen
la mitad de la nota de la primera parte o lo que es lo mismo un 25% de tu nota
de oposición. Es por esto por lo que es necesario buscar estrategias de estudio
y preparación. De hecho, es sabido que esta prueba es muchas especialidades donde
se produce el gran corte.
En este apartado en
concreto del práctico y dada la diversidad de tipologías existentes entre las
distintas asignaturas voy a centrarme en la mía, en Educación Física. Antes, si
quiero hacer un apunte a modo de reflexión personal sobre el planteamiento de
esta prueba en algunas otras asignaturas con las que tengo compañeros que he
hablado y me confirman que son exámenes puramente técnicos. Hablo por ejemplo
de los casos de matemáticas o informática, en la que estas pruebas suponen el
desarrollo técnico de complejos problemas en los que no se tiene en cuenta para
nada el apartado educativo, el contexto de una clase o la aplicación didáctica.
Bajo mi punto de vista es un error ese planteamiento, pero no estoy diciendo
que sea un error de los opositores, si no del planteamiento de las pruebas.
Para qué queremos medir como un profesor de informática solucionaría un error
en el puerto de entrada de un router que da el error J47. No sería más “práctico”
que nos explicara como haría para que sus alumnos de 3º de la ESO configuren un
router de su casa para evitar que el vecino les robe la señal WIFI, y que nos
diga además como lo haría en un aula con 33 alumnos, 20 ordenadores, y un alumno
ciego o hipoacúsico?. Ese sería un trabajo mucho más competencial en la línea
de las nuevas metodologías que se nos exigen al hilo de la Orden ECD65/2015
sobre la relación de las competencias básicas con el currículum.
Y lo digo porque esa es
una de las claves en el examen práctico de Educación Física, al menos en uno de
ellos, ya que debemos saber que en nuestra especialidad el práctico a su vez se
subdivide en 3 tipos distintos de examen que hay que abordar de distinta forma.
Como no quiero que los posts sean demasiado extensos, os emplazo a las
siguientes publicaciones donde abordaré cada uno de estos 3 exámenes por
separado.
En definitiva, reitero
que la preparación de los exámenes prácticos requiere de esfuerzo, destreza y
experiencia, por lo que en la revisión de las posibles casuísticas está la
clave.